NOTA del Administrador

Los temas económicos acostumbran a ser muy controvertidos (por no decir polémicos) por su trascendencia con la vida cotidiana y sus difíciles relaciones entre teoría y práctica. Además los ejercicios que se puedan hacer en tendencias macroeconómicas, nunca están exentos de politizaciones. Es por eso que ruego, a los que tengan a bien comentar alguno de estos artículos, identificarse correctamente. Pues todos aquellos comentarios anónimos o que no guarden las formas, serán eliminados.

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domingo, 30 de octubre de 2011

La publicidad como herramienta para salir de la crisis



La publicidad es el secreto para acabar con esta crisis y la solución para poder encauzar la economía hacia un mundo más justo. Tenemos que ser conscientes de que el origen de esta crisis, como de la mayoría, es la corrupción de los mercados. Generalmente el abuso especulativo permite la creación de burbujas especulativas que se intentan compensar demasiado tarde. En todos estos procesos hay una serie de grandes corporaciones que salen beneficiadas. No vamos a decir que existe una conciencia en la creación de esta falsificación (y otras no menos importantes) de la naturaleza de los mercados, pero está claro que ellas son las responsables. Vamos a obviar su poderío y su posible mala fe y vamos a buscar soluciones que no impliquen el continuo sacrificio de unos terceros ya suficientemente maltratados.
Cuando se habla de incrementar los impuestos de quienes más ganan y acabar con las subvenciones a estos, aparecen las voces amenazadoras que hablan del peligro existente de que estos millonarios irresponsables se lleven su dinero donde les traten mejor. Sin embargo, aunque se larguen a otra parte, no van a dejar de acosar a las pequeñas empresas que aquí amenacen a sus sectores y tampoco dejarán de intentar colarnos sus inmorales productos. Aquí es donde entra en juego la publicidad, porque ningún producto se puede comercializar debidamente sin un plan de marketing adecuado, y en este la publicidad es esencial. Sin publicidad no hay deseo y sin deseo no hay venta. Un gobierno que quiera competir en igualdad de condiciones con las grandes fortunas y las multinacionales debe dominar la herramienta de la publicidad comercial. Leyes que encarezcan y carguen impositivamente, a la par que limiten, los anuncios de productos de empresas que no generen empleo en el país son básicos. Al tiempo ese dinero se puede usar para financiar la publicidad de empresas que generen empleo de calidad. La creación de empleo fijo y, sobre todo, bien remunerado, relanzaría la economía rápidamente, pero, lo más importante, estas fórmulas no cargarían ningún dinero al estado.
Puestos a usar la publicidad como herramienta, también serviría para sancionar actuaciones internacionales inmorales de estas empresas, así como premiar actuaciones éticamente ejemplares de las mismas.
Esta herramienta, a diferencia de otras que se pueden utilizar, no necesita ser exportada a otros países para empezar a dar beneficios sociales, ya que las empresas internacionales que no acepten crear empleo en nuestro país serán rápidamente substituidas en sus sectores por otras que si lo hagan o, incluso, por nuevas empresas nacionales que contarán con subvenciones indirectas no contempladas por las legislaciones internacionales como proteccionismo. De hecho el fin no es el proteccionismo nacional porque su uso en todos los países no generará perjuicios a los otros países, sino beneficios ya que obligaría a las grandes multinacionales y los especuladores a respetar a las autoridades estatales.